Jack London
(San Francisco, 876-96) hace mucho que ocupa un lugar de honor en el panteón de los «clásicos norteamericanos». Numerosos son los hitos que jalonan una obra prolífica y multiforme: de la casi autobiográfica "Martin Eden", a "La llamada de la selva" o "Colmillo Blanco", pasando por las series de relatos sobre el Gran Norte o los mares del sur. Referencia ineludible de la literatura de aventuras, vivió como escribió, con la pasión de los que saben que «vivir no es solo existir».